Aeropuerto de Bilbao
Fue él, mi punto de destino final, mi gran desconocido, que en
nada transformó mis miedos de niña en ilusiones, hace 8 años cuando me acogió
con sus brazos.
Con su silueta de paloma me apaciguó e involuntariamente hizo de
mayordomo ante mi familia en Bilbao, que ansiosamente me esperaba.
Galán como ninguno, ha sido testigo de alegrías y tristezas, ha
recibido personalidades de todo el mundo y a la vez gente sencilla sin cambiar
su faz, ¡No cambies!, sigue tus principios para que cada día más gente quiera
ser acogida por tus brazos.
Ahora, es testigo de mis viajes y regresos, cómplice de mis
secretos, espejo de mis sonrisas y ante todo es la llave que me da la libertad
de ser ciudadana del mundo…
En ti me reflejo, mi paloma.
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