Un bosque en la ciudad
Artxanda, pese a que
está cerca de la ciudad, lo único que te recuerda a ella son las angelicales
vistas de Bilbao.
Al llegar a allí, en lo
primero que te fijas es en un pequeño parque siempre lleno de felices niños
cuya única preocupación es pasárselo bien. toda la gente que está allí, mira
con recelo a la gente que está tomando un delicioso desayuno en la terraza del
bar "Txakoli" algunas veces asta los que acaban de venir de ahí. Después,
puedes descansar mientras das un pequeño paseo entre los árboles que parecen
rozar el cielo con las hojas.
Los días de verano suele haber una ligera
brisa refrescante que es muy agradable. Además, anima a que las ramas y hojas de
los árboles canten una melodía tranquilizante. En algunas zonas entre los
árboles, hay grandes mesas de piedra donde grupos de amigos se reúnen para
disfrutar de la naturaleza mientras comen algo.
También hay una pequeña
pista de patinaje para que el que quiera pueda disfrutar patinando sin molestar
a la gente que está paseando tranquilamente por un camino que da en todo
momento a unas majestuosas vistas de Bilbao.
Siempre se ve a
entusiasmados turistas que van con su cámara de fotos, mirando de lado a lado
atónitos por la belleza de los árboles y matorrales.
Es sin duda, el mejor
lugar para separarte de la rutina y , en mi opinión, cualquiera que ya haya ido
a Artxanda querrá volver lo antes posible.
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