Me inauguraron en el año 1930,
después de un duro año de construcción. Durante mi vida he vivido momentos
emocionantes, divertidos, tristes... De los cuales algunos os voy a relatar.
Durante 40 años fui el edificio más alto de New York. Soy el famoso Empire
State.
Mi creador fue el arquitecto William F. Que en tan sólo dos semanas pudieron diseñarme
basándose en los planos de algunas torres extranjeras. El presidente de Estados
Unidos vino a New York para mi inauguración. Más tarde me instalaron unas luces
que se pueden activar desde Washington DC, por eso me llaman la torre de las
luces.
Al principio mi estructura fue diseñada
para ser una terminal de dirigibles. A mi no me gustaba mucho es idea, por lo
que hice que me creciera un gran pararrayos en la azotea.
En 1945, un bombardero que sobré volaba
New York entré niebla se estampó contra mí. En ese trágico accidente murieron
14 personas sin que yo pudiera hacer nada para salvarles. Lo que sí pude hacer
fue parar la caída de un ascensor con mis fuertes brazos. La señora que iba
dentro batió el Récord Guinness de sobrevivir a la caída más alta de un
ascensor, 75 pisos.
El 11 de septiembre de 2001 hubo un
ataque de unos miembros del grupo terrorista al qaeda. Aunque ni yo ni mis
habitantes afortunadamente no sufrímos ningún daño. Vi venir a los aviones y
los intente desviar distrayéndoles con mis pararrayos, pero como no lo conseguí
avise a mis vecinas Las Torres Gemelas que aquellos aviones se acercaban
peligrosamente. Mis queridas amigas no tuvieron tiempo de reaccionar, ya que
los aviones se acercaban muy deprisa. Y sin que yo pudiera hacer nada vi como
las torres se desplomaban y oía sus gritos y los de sus inquilinos. Desde
entonces siento un profundo vacío ya que no puedo hablar con mis estupendas
amigas.
A mí me gusta mucho iluminar mis cuatro
fachadas con luces de colores, dependiendo de la ocasión. Cada día que juegan
los New York Yankees pongo sus colores. El día que España gano el mundial de
Sudáfrica puse los colores de la bandera española.
He participado en muchas películas como
actor secundario he incluso he protagonizado alguna. Una de mis preferidas es
King Kong, en la que el gran gorila subía por mi cuerpo hasta lo más
alto. Agarrando se a mi pararrayos luchaba contra los cazas que intentaban
derribarle.
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