Mi casa, un lugar especial:
A mi modo de ver y debido al tiempo utilizado en un lugar tan
importante como es mi casa, dividida en
un número proporcionado de habitaciones, decorada con un gusto de la familia y
querida enteramente por la misma… Esa es mi casa.
Un lugar apacible, donde recuperar sueños
perdidos en algunos momentos depresivos, un sitio especial en todos los
sentidos.
Por qué no empezar por el salón, sí, el
salón… Una de las esencias de la casa, un sitio donde compartir vivencias
familiares y momentos inolvidables con los amigos. Como característica
fundamental y necesaria de un salón moderno, la “tele” es fácil de decir, pero
su importancia como punto clave en esta
estancia de la casa no lo es tanto…
Una televisión que nos ha dado buenos
momentos, finales, series divertidas de televisión, épicas partidas de
videojuegos con amigos e incluso alguna vez con mi padre, si la tele, un gran
compañero que a veces aclara la oscuridad que en determinadas ocasiones un
domingo por la tarde supone…La “tele”, un buen amigo.
Pero
olvidémonos de ella y pasemos a otro objeto de no menor importancia en un salón
como el de mi casa. El piano, un piano de gran valor. Apenas es, en muchas
ocasiones un cachivache que pasa desapercibido pero que está ahí y es
irremplazable, pero que sin embargo cuando otras veces la gente se da cuenta de
el, lo admiran, e incluso acabamos tocándolo. Un piano con el que mi madre se
divierte tocando algunas piezas que muchas veces acaban con mis tímpanos y los
de mi padre, resulta gracioso de contar, pero le aseguro que estando allí
presente frente a ella o incluso estando en el otro extremo de la casa se oyen
las pobres teclas del piano sufrir…
Ya se puede dar
por concluida la descripción de el salón o sala de estar, que merecidamente se
lleva la mayor parte de los párrafos de la descripción de mi casa, ya que como
todo el que haya estado en mi casa lo sentirá.
La cocina no
tiene tanta historia, y el comedor está enlazado a ella por una fórmula de organización americana difícil
de explicar. Tras las cortinas que no faltan por poner los típicos veranos soleados,
se encuentra el balcón, en el que no han faltado míticas curiosidades muy
diferentes todas ellas; desde presenciar un espectáculo de fuegos artificiales
en ASTE NAGUSIA, como ver incómodas manifestaciones (puntuales) violentas.
El resto de la
casa no tiene mucha importancia que quepa destacar, salvo mi habitación; un
lugar no tan importante como el salón pero que conforme me voy haciendo más
mayor voy necesitando más para obtener una mayor autonomía.
Mi habitación
es cada vez más ese rincón de la casa en el que cada vez más horas paso; ya sea
para dormir (que por cierto cada vez soy más vago), para quedar con los amigos
a través de “watchapp” que se acaba haciendo algo eterno, ya que somos muy poco
decididos por que hacer y muchas veces nos lleva a irritantes conversaciones…
Este sería un rebuscado resumen-descripción de, a mi modo de ver, las partes
más importantes de mi casa.
JUAN GARCÍA
LAFUENTE
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