Un año más,
el colegio Escolapios impulsa una nueva campaña de Navidad, una oportunidad
para ser feliz haciendo felices a los demás, una vez más nuestra escuela nos
demuestra que aportando cada uno su granito de arena se puede llegar a formar
un gran castillo. Otro año más, vamos a atender a necesidades cercanas,
llevando alimentos a comedores sociales, como el comedor de Irala. Pero no nos
conformamos con eso, queremos ir más lejos, queremos ver realidades que existen
en el mundo de las que a veces olvidamos porque no nos afectan… Tal y como el
fundador de nuestras escuelas dijo “He encontrado en Roma el mejor modo de
servir a Dios ayudando a estos pobres muchachos, no lo dejaré por nada del
mundo” nosotros siguiendo el camino de Calasanz queremos ayudar a todos los
niños y niñas para que tengan una educación y puedan tener un buen futuro.
¿Cómo vamos a poder solucionar tantos problemas en sólo cinco semanas de
campaña? ¡Ven y verás!
Así es, con
nuestro lema “Ven y Verás, la realidad que hay detrás” te animamos a abrir los
ojos y colaborar para que entre todos consigamos que ningún niño quede excluido
de la educación. Nuestra campaña este año se dirige a escuelas en Camerún,
Guinea Ecuatorial, India, internados en estas dos últimas, Indonesia y Bolivia
y centros socioculturales.
La
recompensa a todo el esfuerzo puesto por alumnos, profesores, monitores y
voluntarios para llevar a cabo estos proyectos es ver una sonrisa dibujada en
el rostro de cada uno de los niños que ahora tienen una escuela y que cada vez
están más cerca de cumplir sus sueños gracias a la labor escolapia.
Privándonos
de un capricho y destinando ese mínimo dinero a la campaña, como puede ser
comer una chuchería menos cada fin de semana, podemos hacer que un niño de
África tenga un lápiz. ¿Y si todos lo hiciéramos? ¿Si todos nos privásemos de
un capricho innecesario? ¿Cuántos lápices, cuadernos, libros, escuelas y lo más
importante, sonrisas podríamos conseguir?
Destacando
la importancia de la educación de los niños, el futuro de nuestra sociedad pero
sin olvidar nuestra imprescindible labor en los comedores sociales para que
todo el mundo tenga las Navidades que merece, animamos a todo el mundo a
colaborar en nuestros proyectos, y a pensar en los demás todos los días del año
y no sólo en las campañas.
Todos y cada uno de nosotros somos necesarios para
cambiar las desigualdades que por desgracia hoy en día invaden nuestro mundo.
Porque detrás de una imagen de un niño feliz en la escuela, hay una triste
realidad. Un terrible esfuerzo. Probablemente este niño haya tenido que caminar
kilómetros para llegar al colegio, al volver a casa tendrá que ocuparse de su
familia, y tendrá que trabajar duro para conseguir los zapatos que calza o el
lápiz con el que escribe. No todo es como parece. Ven y verás la realidad que
hay detrás.
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