MI DIARIO
DOMINGO 12
Hola
diario, ya acaba el día.
Ayer
no pude escribir porque pasamos el día entero en la carretera, de vuelta de las
vacaciones. Un día antes para evitar el atasco. Lo malo es que debió de pensar
lo mismo la mitad del país y el atasco fue igual de tremendo que todos los
años, pero con un día menos de vacaciones.
He
pasado el domingo entero con mis suegros. Tocaba comida familiar. Y sin apenas
haber dormido. Apasionante. La comida de mi suegra todavía da vueltas en mi
estómago y el olor del puro de mi suegro me envuelve aún. Vaya manera de pasar
mi último día de vacaciones. Menos mal que hasta dentro de un mes no me toca de
nuevo visita. Pensar en aquel verano que salvé a mi suegra de una muerte
segura, cuando una gran ola de medio metro la tumbó en el mar y no podía
levantarse… por qué lo haría, lo pienso tantas veces, si no me dio ni las
gracias… y ahora no tendría que tragarme sus torrijas de cemento.
Lo
peor ha sido llegar a casa y darme cuenta de que ya se acabó. Se acabó. Mañana
a madrugar otra vez. Pasar el día con esa panda de inútiles insoportables.
Llegarán contando las batallitas de las vacaciones, qué si las procesiones, que
si los viajes… lo que no cuentan es lo felices que están sus padres de que
terminen de una vez estos días y perderles de vista. Igual es que ni se han
dado cuenta. En realidad, , yo también estoy deseando perder de vista a los
míos. Por qué no me haría bombero, en vez de profesor…
LUNES
13
He
sobrevivido. Estoy en casa sano y salvo.
El
día ha sido duro. Al llegar me he reencontrado con mis compañeros. Disimulaban,
pero sé que pensaban igual que yo…
Al
subir a clase he pasado lista mentalmente a todos mis alumnos. Ahí estaban. Por
un momento he pensado que me había equivocado y me había metido en una clase de
Primaria. Pero no, eran ellos. Faltaban varios, a ver si hay suerte y los han
cambiado de colegio sus padres.
Después
de vacaciones siempre vuelven alborotados. Qué tropa… A un campo de trabajo en
África les mandaba yo, a ver si se desamongolaban. La mayoría son más simples que el mecanismo
de un chupete. Pero bueno, por lo menos no te rajan con una navaja, como le ha
pasado a uno de mis colegas que da clase en un Instituto.
Cuando
he llegado a casa, harto de niños, me ha tocado bañar y dar de cenar a los
míos.
MARTES
14
Un
día más ya se acaba. Hoy lo he llevado mejor. Todos mis alumnos han llegado
tarde a clase y yo les he puesto un positivo. A ver si les motivo y se animan a
llegar un cuarto de hora tarde todos los días. No entiendo a esos compañeros
que les castigan con hacer trabajos, si luego te los tienes que leer… Y por
supuesto nada de castigarles con quedarse en el recreo en clase ¿para qué?
¿para quedarme yo sin tomarme mi cafelito? Hasta ahí podríamos llegar.
Les
he mandado para casa un montón de deberes, para que sepan quién manda aquí, que
a veces se me suben un poco a las barbas… sus padres me lo agradecerán cuando
puedan ver una película tranquilos.
MIÉRCOLES
15
Hoy
ha sido uno de esos días que odiamos los profesores. Ha tocado reunión con
padres.
Soy
muy previsor y siempre pongo las reuniones en miércoles. Como tengo tutoría les
casco una peliculita a estos pardillos y me echo una cabezadita de campeonato.
Así cargo las pilas para las reuniones, que son muy estresantes.
A
veces pienso que yo conozco a los alumnos mejor que sus padres. Muchos padres creen
que tienen en casa a los futuros lehendakaris. Si los vieran cómo se comportan
en el patio o los disparates que tengo que corregir en los exámenes…No sé,
puede que haya sido tanta tecnología, o la radiación de las antenas para los
móviles, pero están alelados. Para encontrar cinco normales hay que buscar
mucho.
Yo
a los padres estas cosas no les digo. Tengo una compañera que lo hizo años
atrás con este grupo y se encontró las ruedas del coche rajadas. Era una
visionaria, yo no soy tan valiente. Al fin y al cabo soy profesor, no luchador
de pressing catch.
Les
he puesto de deberes una redacción. Así tengo material para echarme unas risas
con los colegas el fin de semana.
JUEVES
16
He
llamado a la directora para decirle que me encontraba mal y no podía ir a clase.
Una interpretación de Oscar. Con mi mujer también ha colado, así que se ha
ocupado de los niños y los ha llevado al cole antes de irse a trabajar. Me he
pasado el día en la cama con el mando a distancia, vagueando. Lástima que
mañana tendré que volver a la rutina.
VIERNES
17
Como
ayer estuve muy atareado, he puesto a mis alumnos un montón de ejercicios para
que se pusieran a hacerlos en clase y me dejaran en paz y poder corregir sus
redacciones. A veces los alumnos están muy preguntones pero yo tengo siempre la
respuesta ideal: “Si yo te doy la solución, tú no reflexionas, así que piensa,
piensa…” y me los quito de en medio.
Bueno,
a lo que iba, corrigiendo las redacciones he estado a punto de llamar a la
Policía para que fueran haciendo el seguimiento de unos cuantos. Violaciones,
asesinatos, fetos extraterrestres…a veces creo que estoy dando clase en un
reformatorio en vez de en un colegio pijo. Esto me recuerda que tengo que pedir
cita al médico porque se me están acabando los tranquilizantes.
Me
deprimo pensando que acabaré mis días artificialmente vivo, solo pasando el
tiempo, perdiendo el pelo…¡NO! Para el tiempo que me queda ¡Quiero vivir! Muchas
veces me pregunto cómo podría salir de aquí…acertar la lotería, robar un banco…
si al menos fuera profesor de Química y pudiera convencer a algún buen alumno
para estudiar ciencias y comprar a medias una caravana…
ADRIÁN RAMÍREZ
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