domingo, 19 de abril de 2015

MI DIARIO


DOMINGO 12

Hola diario, ya acaba el día.

Ayer no pude escribir porque pasamos el día entero en la carretera, de vuelta de las vacaciones. Un día antes para evitar el atasco. Lo malo es que debió de pensar lo mismo la mitad del país y el atasco fue igual de tremendo que todos los años, pero con un día menos de vacaciones.

He pasado el domingo entero con mis suegros. Tocaba comida familiar. Y sin apenas haber dormido. Apasionante. La comida de mi suegra todavía da vueltas en mi estómago y el olor del puro de mi suegro me envuelve aún. Vaya manera de pasar mi último día de vacaciones. Menos mal que hasta dentro de un mes no me toca de nuevo visita. Pensar en aquel verano que salvé a mi suegra de una muerte segura, cuando una gran ola de medio metro la tumbó en el mar y no podía levantarse… por qué lo haría, lo pienso tantas veces, si no me dio ni las gracias… y ahora no tendría que tragarme sus torrijas de cemento.

Lo peor ha sido llegar a casa y darme cuenta de que ya se acabó. Se acabó. Mañana a madrugar otra vez. Pasar el día con esa panda de inútiles insoportables. Llegarán contando las batallitas de las vacaciones, qué si las procesiones, que si los viajes… lo que no cuentan es lo felices que están sus padres de que terminen de una vez estos días y perderles de vista. Igual es que ni se han dado cuenta. En realidad, , yo también estoy deseando perder de vista a los míos. Por qué no me haría bombero, en vez de profesor…


LUNES 13

He sobrevivido. Estoy en casa sano y salvo.

El día ha sido duro. Al llegar me he reencontrado con mis compañeros. Disimulaban, pero sé que pensaban igual que yo…

Al subir a clase he pasado lista mentalmente a todos mis alumnos. Ahí estaban. Por un momento he pensado que me había equivocado y me había metido en una clase de Primaria. Pero no, eran ellos. Faltaban varios, a ver si hay suerte y los han cambiado de colegio sus padres.

Después de vacaciones siempre vuelven alborotados. Qué tropa… A un campo de trabajo en África les mandaba yo, a ver si se desamongolaban.  La mayoría son más simples que el mecanismo de un chupete. Pero bueno, por lo menos no te rajan con una navaja, como le ha pasado a uno de mis colegas que da clase en un Instituto.

Cuando he llegado a casa, harto de niños, me ha tocado bañar y dar de cenar a los míos.


MARTES 14

Un día más ya se acaba. Hoy lo he llevado mejor. Todos mis alumnos han llegado tarde a clase y yo les he puesto un positivo. A ver si les motivo y se animan a llegar un cuarto de hora tarde todos los días. No entiendo a esos compañeros que les castigan con hacer trabajos, si luego te los tienes que leer… Y por supuesto nada de castigarles con quedarse en el recreo en clase ¿para qué? ¿para quedarme yo sin tomarme mi cafelito? Hasta ahí podríamos llegar.

Les he mandado para casa un montón de deberes, para que sepan quién manda aquí, que a veces se me suben un poco a las barbas… sus padres me lo agradecerán cuando puedan ver una película tranquilos.


MIÉRCOLES 15

Hoy ha sido uno de esos días que odiamos los profesores. Ha tocado reunión con padres.

Soy muy previsor y siempre pongo las reuniones en miércoles. Como tengo tutoría les casco una peliculita a estos pardillos y me echo una cabezadita de campeonato. Así cargo las pilas para las reuniones, que son muy estresantes.

A veces pienso que yo conozco a los alumnos mejor que sus padres. Muchos padres creen que tienen en casa a los futuros lehendakaris. Si los vieran cómo se comportan en el patio o los disparates que tengo que corregir en los exámenes…No sé, puede que haya sido tanta tecnología, o la radiación de las antenas para los móviles, pero están alelados. Para encontrar cinco normales hay que buscar mucho.

Yo a los padres estas cosas no les digo. Tengo una compañera que lo hizo años atrás con este grupo y se encontró las ruedas del coche rajadas. Era una visionaria, yo no soy tan valiente. Al fin y al cabo soy profesor, no luchador de pressing catch.

Les he puesto de deberes una redacción. Así tengo material para echarme unas risas con los colegas el fin de semana.


JUEVES 16

He llamado a la directora para decirle que me encontraba mal y no podía ir a clase. Una interpretación de Oscar. Con mi mujer también ha colado, así que se ha ocupado de los niños y los ha llevado al cole antes de irse a trabajar. Me he pasado el día en la cama con el mando a distancia, vagueando. Lástima que mañana tendré que volver a la rutina.


VIERNES 17

Como ayer estuve muy atareado, he puesto a mis alumnos un montón de ejercicios para que se pusieran a hacerlos en clase y me dejaran en paz y poder corregir sus redacciones. A veces los alumnos están muy preguntones pero yo tengo siempre la respuesta ideal: “Si yo te doy la solución, tú no reflexionas, así que piensa, piensa…” y me los quito de en medio.

Bueno, a lo que iba, corrigiendo las redacciones he estado a punto de llamar a la Policía para que fueran haciendo el seguimiento de unos cuantos. Violaciones, asesinatos, fetos extraterrestres…a veces creo que estoy dando clase en un reformatorio en vez de en un colegio pijo. Esto me recuerda que tengo que pedir cita al médico porque se me están acabando los tranquilizantes.

Me deprimo pensando que acabaré mis días artificialmente vivo, solo pasando el tiempo, perdiendo el pelo…¡NO! Para el tiempo que me queda ¡Quiero vivir! Muchas veces me pregunto cómo podría salir de aquí…acertar la lotería, robar un banco… si al menos fuera profesor de Química y pudiera convencer a algún buen alumno para estudiar ciencias y comprar a medias una caravana…

                                                                                                                        ADRIÁN RAMÍREZ

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