La biblioteca de Quintanar de la Sierra es un centro de aprendizaje y diversión. No debe cerrarse para que un restaurante de comida rápida pueda construirse en su lugar.
En los inviernos de mi infancia, cuando los días eran cortos y las caminatas se realizaban en capas abultadas de ropa, mi hermana Leire y yo realizábamos el camino corto hasta la biblioteca. Las tardes se pasaban en los ordenadores, jugando a juegos estúpidos y entre las estanterías de este edificio tan maravilloso. Desgraciadamente, el próximo mes la biblioteca está programada para cerrar. Para mí, esto ha sido la gota que colmó el vaso.
El cierre de la biblioteca desplazará unos 130 libros y películas, obligando a los habitantes del pueblo a viajar 64 km a la biblioteca de Palacios, el pueblo más cercano. Los hijos de los lectores tendrán la mitad de libros, y además la escuela del pueblo siempre manda a los niños a la biblioteca para alquilar los libros de texto, que ya no tendrán.
Espero que los vecinos vean lo que esta fantástica biblioteca significa para el pueblo y reconsidere su decisión de cerrar este centro de aprendizaje y diversión.
Los que quieren cerrar la biblioteca de Quintanar tienen razón porque la economía del pueblo no va bien. Se están cerrando tiendas a diestro y siniestro porque la gente no compra. Pero pensar que cerrar la biblioteca resolverá el problema de nuestra economía es una equivocación.
Si nos unimos todo el pueblo, hay posibilidades de que podremos salvar nuestra biblioteca. Con la recaudación de fondos, creo que le quedará claro al alcalde que tiene que reconsiderar el cierre de esta divertida biblioteca.
La biblioteca de Quintanar no solo es un hogar para las los libros de los autores de todo el mundo, también es un lugar en donde todos los vecinos del pueblo pueden juntarse para aprender, jugar y aveces discutir.
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