miércoles, 18 de noviembre de 2015

CALASANZ


CALASANZ HOY

 

 

Hola me llamo Fernando, soy de Bilbao y vengo de una familia que se puede permitir distintos lujos. Por ello, me pude pagar una universidad y tener un coche, etc.

 

Fue cuando fui a París a hacerme cura cuando me di cuenta de la realidad que viven actualmente demasiados niños en el mundo. Vi a muchos niños por la calle por la mañana cuando deberían de estar en las escuelas estudiando para un futuro mejor y para su familia. En vez de eso, estaban fumando porros y bebiendo como si fueran unos mendigos por la calle. Me paré a hablar con ellos y me dijeron que no iban al colegio por la situación económica de su familia y eso no podía ser. Lo comenté entre los sacerdotes de la iglesia y nos pareció una vergüenza esto que está sucediendo. Nos pusimos en contacto con algunas escuelas de París y nos dijeron que no estaban por la labor de dejar entrar a estos niños conflictivos en sus colegios.

 

Al oír esto, nos indignamos y decidimos abrir las puertas de nuestra iglesia para que pudieran estudiar y tener un buen futuro. No vinieron muchos niños pero, por lo menos, aquellos que querían estudiar y no estar todo el día en la calle pudieron pasar en un lugar controlado, con nuevos amigos y aprendiendo cosas nuevas.

 

Hoy en día, esta ‘escuela’ sigue en marcha y cada vez hay más niños y, en consecuencia, menos niños en las calles.

 
ALVARO WEISZ

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