EL SMARTPHONE MODULAR, ¿FIN DE LA OBSOLESCENCIA TELEFÓNICA?
LA NUEVA PROPUESTA DEL GIGANTE GOOGLE LUCHA POR ACABAR CON EL CONSUMISMO DE TELÉFONOS MÓVILES: DISTINTOS ENFOQUES
por Ander Montaño
¿Cuántas veces el teléfono móvil se ha quedado sin espacio de almacenamiento? ¿Cuántas veces no hemos podido tomar
fotografías de calidad porque los
megapíxeles de la cámara no dan de sí? Y el problema pasa a ser definitivo
cuando se queda obsoleto y se
estanca cada dos minutos. Entonces, es cuando nos planteamos comprar uno nuevo.
¿Es realmente necesario? ¿Y si actualizáramos los componentes necesarios para
que nuestro dispositivo rindiese al
máximo, mientras vemos un vídeo en YouTube?
En 2013, Google anunció la puesta en marcha de su nuevo I+D, el llamado Proyecto Ara, que tenía como objetivo
desarrollar un smartphone modular,
es decir, personalizable. Consiste en la posibilidad de que los usuarios, sobre
una estructura en forma de marco, podamos
configurar nosotros mismos nuestros propios terminales a base de pequeños
componentes, como si de piezas de Lego se tratasen. Estas reciben el nombre de módulos y dispondrán de una gran
variedad de pantallas, teclados, baterías, procesadores, tarjetas gráficas,
cámaras… consiguiendo así que se ajuste a las necesidades de cada propietario.
Mis primeras impresiones sobre este nuevo proyecto revolucionario apuntan
hacia una posible “cura” de la obsolescencia
programada, en concreto de estos aparatos nos quitan la vida y, en
ocasiones, nos la atormentan. Y es que no queremos gastarnos 300€ cada año en un móvil que volverá a
dejar de funcionar correctamente, haciendo necesaria otra nueva inversión. No, Google
tampoco quiere que cambiemos de móvil continuamente, pero sí de piezas.
Como suele ocurrir siempre que alguien trata de aportar sus avances, surgen
grupos de personas que tratan de boicotearlos. Estos, nada más lejos de la
realidad, podrían sostener que no es más que un plan de Google para monopolizar
este gran mercado. Por el contrario, la compañía ha creado una arquitectura abierta precisamente para
que los fabricantes puedan desarrollar módulos adicionales para los teléfonos, fomentando la competencia y, con lo
consecuente, haciendo que los precios nos resulten más atractivos a los
usuarios.
¿Es posible imaginar una sociedad en la que dejásemos de usar móviles de usar y tirar y comenzásemos
a reducir nuestro propio consumo? Otro punto de vista parte de ver el Proyecto
Ara como una iniciativa de ahorro. Menos móviles igual a minimización de recursos electrónicos, ya que el coltán con el que son fabricados no es
precisamente inagotable. Nos centraríamos en abastecernos solamente de la parte
justa que nos hace falta, creando una sociedad
de mentalidad menos consumista y más ecológica.
Uno de los primeros recuerdos de injusticia en el mundo que tengo, es
cuando escuché que los distribuidores internacionales y contrabandistas se
enriquecen a costa del coltán, mientras miles de niños y niñas abandonan sus
escuelas para obtener aproximadamente 4€ por kilogramo, cuando realmente está valorado en casi 500€. Es un mineral extremadamente escaso y se encuentra
repartido por el planeta en un porcentaje del 0,25% por kilómetro cuadrado. Y sí, también es la piedra a partir
de la que están fabricados cada uno de nuestros móviles.
De ahí surge la idea de austeridad
con la que mantengo que el gigante de las búsquedas ha dado pie a esta
propuesta. El Proyecto Ara no es solo un terminal personalizable a gusto del
consumidor, sino una alternativa más
sostenible al devastador mercado telefónico que está llevando a cabo el agotamiento de los recursos naturales
del planeta, proceso del cual pronto será demasiado tarde para sentirnos
responsables.
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